lunes, 9 de septiembre de 2013

WILLHELM LOEWENTHAL

WILLHELM LOEWENTHAL      Informe basado en obras de Lázaro Schallman y Boleslao Levín.

Juárez Celman, al suceder a Julio A. Roca en la Presidencia de la Nación, en 1886,    
continuó el plan de su antecesor acerca de radicar en el país a gente dispuesta a cultivar la tierra para producir los granos con los que se elaboran alimentos.
Trigo: dará harina para hacer pan, facturas, tortas fritas, masas, fideos, sémola, etc.  
Maíz: da choclos; pisado para mazamorra y alimento para aves; molido, para polenta. Girasol y maní: suministran aceites comestibles. Sus granos se comen tostados.

El cultivo de trigo abastecerá las necesidades de harina que necesita el país; consecuentemente ya no habría que imporla de Chile.   
Juárez Celman consideró que para encarar seriamente la colonización agraria era   indispensable contar con un eficiente Director de Colonización. 
Para ello encomendó a Estanislao Zeballos, su Ministro del Exterior, que solicite a embajadores y cónsules en países europeos su aporte para recomendar a quienes consideren capacitado para desempeñar ese cargo en la Argentina. 
Respondiendo a dicho pedido Pedro S. Lamas, cónsul argentino en París, envió al Ministro del Exterior una Revista Científica que detallaba el plan para erradicar enfermedades endémicas de la región caucásica desarrollado por el doctor Willhelm Loewenthal, médico bacteriólogo especializado en Higiene Escolar.  
El artículo destacaba que Willhelm Loewenthal estudió medicina en la Universidad 
de Berlín. Su buen criterio al diagnosticar y medicar a los enfermos se trasmitió de aldea en aldea y . Eso lo convirtió en el doctor de príncipes y nobles del Cáucaso.
Su profesión de médico le permitió comprobar que muchos habitantes de esa región padecían de enfermedades gastrointestinales. Ese tema lo decidió a llevar a la Universidad de Berlín, (donde cursó su carrera de medicina) muestras de productos con que se alimentaban los habitantes de la región para que investiguen si ellos eran la causa de esas enfermedades. 
En dicha Universidad se contactó con dos científicos, un francés apellidado Cornill y el alemán Robert Koch, descubridor de los bacilos de la tuberculosis y del cólera, a quienes les solicitó su colaboración. Esos científicos alentaron a Loewenthal a usar los modernos microscopios para examinar sus muestras. 
Con el consabido permiso de las autoridades, comprobó que el agua, las verduras, hortalizas y frutas de la región caucásica contenían  microorganismos patógenos. 
Ya inscripto en la carrera de Bacteriología, comprobó que microorganismos sucumbían al a temperaturas cercanas al punto de ebullición del agua. 
Basado en ello Loewenthal consideró que se debía difundir en la población de la región caucásica la obligatoriedad de usar agua hervida y enfriada para beber, para lavar las verduras, hortalizas, frutas, carnes, para el aseo personal y del hogar. 
Loewenthal consideraba que la mejor manera de hacerlo sería a través de los escolares y que convendría incorporar una materia sobre esa temática. 
Ello lo impulsó a cursar, paralelamente a la carrera de bacteriólogo, la licenciatura de Higiene Escolar, que le serviría para programar esa materia en la currícula escolar.   

El Ministro del Exterior de la Argentina, informado de la trayectoria de Loewenthal a través de la revista médica que le fuera enviada por el cónsul Pedro S. Lamas, lo instruyó para que lo entreviste y sondee sus conocimiento de colonización agraria.

El científico Loewenthal recibió acónsul argentino en París manifestándole su simpatía por la actitud del Gobierno argentino al invitar por decreto a judíos de Rusia y otros países del Este europeo, sometidos por leyes discriminatorias a emigrar a la Argentina, donde hallarían paz, libertad y los derechos que tienen todos los que habitan ese país. 
El cónsul Lamas agradeció sus palabras. 
Después de un diálogo introductorio el cónsul orientó su conversación hacia la colonización agrícola. 
El doctor Loewenthal demostró poseer amplios conocimientos sobre ese tema y le aportó interesantes conceptos que se deben tener en cuenta al proyectar las colonias.
El cónsul Lamas informó a su superior el satisfactorio resultado de esa entrevista.
  
Poco después, el cónsul argentino en París recibió instrucciones para que le pida al doctor Wilhelm Loewenthal que proponga sus condiciones para aceptar el cargo de Director de Colonización en la República Argentina.

El cónsul argentino en París le trasmitió ese mensaje al doctor Willhem Loewenthal quien se mostró sorprendido y apoyando su cabeza en la palma de la mano del brazo cuyo codo mantuvo apoyado en su escritorio, se mantuvo meditativo. 
  - ¿Desea tomarse unos días para responderme? 

  - Mi simpatía por el solidario gesto del Gobierno de la Nación Argentina me inhibe fijar condiciones para acepta el cargo dque me ofrece. Puede responderle a quien corresponda que los acepto sin estipular condiciones.

                                                                       * * *                                oscarpascaner.blogspot.com. 

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