sábado, 14 de julio de 2012

RUSOS ALEMANES

                                                                                                                              
Lucía Gálvez, investigadora de la temática inmigratoria, ha realizado un excelente trabajo titulado “Historias de Inmigración” entrevistando a representantes de distintas comunidades.  
En noviembre del 2001 entrevistó al padre Sebastián Glassmann quien le habló de los rusos alemanes, hoy reconocidos como alemanes del Volga.
                                                                                                                                    por Lucía Gálvez
“Tanto entre los evangélicos como entre los católicos, -relata el padre Sebastián Glassmann- los domingos y en las fiestas religiosas de sus iglesias, toda la comunidad asistía al templo para participar del respectivo culto. Esos días sólo se hacían las tareas de la casa y se daba de comer y beber al ganado. Oraban al comenzar el día y al retirarse a descansar, antes y después de comer. Lo curioso es que, católicos y protestantes, después de tantos siglos de separación, usaban las mismas fórmulas en sus oraciones cotidianas. Cumplían los ayunos y respetaban a los sacerdotes, pastores y maestros, dándoles un trato reverencial. 
Lo que más los mantuvo unidos fue la música. Había canciones para todos los acontecimientos, profanos y religiosos; desde el nacimiento a la muerte. Donde más se cantaba era en la iglesia y donde se hacía más música y baile era en los casamientos. La costumbre y los rituales del “casamentero” perduraron en las colonias argentinas hasta mediados del siglo XX. Un dato curioso es que aquí se invirtieron las cantidades de aldeas protestantes o católicas; mientras en tierras del Volga la proporción había sido de un setenta por ciento de aldeas protestantes y un treinta por ciento católicas, en Argentina sucedió lo contrario, fueron más las católicas que las protestantes. 
Las relaciones entre distintas confesiones, igual que con los “gauchos judíos” de las colonias del barón de Hirsch, siempre fueron excelentes. 
Recuerdo que mis padres hacían las compras grandes en Basavilbaso, un pueblo habitado casi exclusivamente por inmigrantes judíos. Tenían almacenes al por mayor, almacenamiento de cereales, etc. 
Los primeros médicos de Santa Anita, muy bien recordados, fueron judíos. 
Recién después de 1950 empieza a haber matrimonios mixtos, es decir, con criollos o con hijos de inmigrantes que no eran de origen alemán. Así como se mezclan los sonidos de polcas, valses, chamarritas, chamamés".

                                                                   *

El padre Sebastián Glassmann -dice como corolario Lucía Gálvez- cree que en la Argentina se está forjando, lentamente, la síntesis que nos llevarará al mayor conocimiento y comprensión de todos los pueblos que la habitan, sin dejar por eso de recordar y valorar sus diversos orígenes.

                                                                        * * *

La población entrerriana, originalmente conformada por gauchos y criollos, se acrecentó con la llegada de gran cantidad de inmigrantes procedentes de diversos países europeos. Al conocerse, 
fueron dejando de lado los ancestrales prejuicios que tenían hacia otras culturas. 

                                                                                                                       oscarpascaner.blogspot.com

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